Hola a todos de nuevo. En la entrada de este mes de agosto os traemos de nuevo uno de los eventos que más nos gustan: las bodas. Si el mes pasado os contamos como fue nuestra primera boda en Tabarca, el enlace de hoy no se queda atrás. Y es que se celebró en un hotel con uno de los enclaves más privilegiados de la provincia: el Hotel Montiboli en Villajoyosa, con el que nos encanta trabajar por su profesionalidad y por dejarnos la libertad de trabajar en lo que más nos gusta.
Pero por mucho que el lugar tenga un encanto único ya de por sí, desde Bravia nos encanta aportarle nuestro toque mágico para marcar la diferencia.
Es por eso que nuestros novios de hoy nos encargaron la iluminación de su boda. Podemos decir desde aquí que es uno de los trabajos más minuciosos y de los que más orgullosos nos sentimos.
En primer lugar teníamos que envolver de luz los troncos de las palmeras que rodean el lugar donde se realizó el cóctel de la boda. Aunque a priori pueda parecer un trabajo más sencillo de lo que realmente es, tuvimos que tener mucho cuidado para que la iluminación quedara homogénea, sumando a todo esto la altura con la que teníamos que trabajar.
Pero esto no fue todo. El lugar del cóctel, conocido como El Minarete, se convirtió en un espacio que brillaba gracias a nuestro conocido como cielo estrellado. Más de 1.000 bombillas LED iluminaban el techo del cóctel, sin cables ni estructuras, para que todo quedara tal y como los novios lo habían imaginado.
Desde Bravia nos encantan los trabajos que se salen de lo habitual y que nos permiten mostrar nuestra creatividad al máximo. Queremos agradecer una vez más a nuestros novios la confianza depositada en nuestro equipo.
¿Tú también quieres conseguir una iluminación tan increíble como esta? ¡Te estamos esperando! Pídenos presupuesto sin ningún compromiso.
¡Nos leemos en el próximo blog!